Residencial
Magnifika Lifestyle
Una cocina contemporánea que encuentra su esencia con los azulejos rosas del salpicadero, que transforman por completo el ambiente. Su presencia aporta luminosidad, serenidad y una nota delicada y sofisticada que contrasta con los muebles en gris profundo y la encimera oscura. La combinación crea un equilibrio visual perfecto entre modernidad y calidez, suavizando las líneas rectas y los tonos neutros del conjunto.
Piezas utilizadas en el proyecto
Imágenes del proyecto
En esta cocina, diseñada por Anastasiia Lachugina, los azulejos Berlin Flamingo Matt se convierten en el eje estético que define la atmósfera y dirige la mirada. Su rosa empolvado, sutil y envolvente, introduce una calidez que se percibe desde el primer instante. No es un rosa vibrante ni intenso, sino un tono delicado que recuerda a los matices del amanecer, a esa luz suave que ilumina sin imponerse. Esta cualidad convierte al salpicadero en una superficie visualmente ligera, capaz de suavizar la robustez de los muebles en gris oscuro y equilibrar la fuerza del negro presente en las encimeras y elementos metálicos.
El acabado mate de este azulejo porcelánico añade profundidad y una textura que se aprecia especialmente cuando la luz natural incide sobre las piezas. Lejos de reflejarla, la absorbe delicadamente, generando sombras tenues y un efecto aterciopelado que aporta serenidad al espacio. Esta cualidad táctil y visual es clave en cocinas donde se busca un ambiente relajado, acogedor y contemporáneo, sin renunciar a la personalidad.
La disposición lineal y ordenada de los azulejos crea un ritmo suave que acompaña la funcionalidad de la zona de trabajo. Desde la zona del fregadero hasta el rincón donde descansan los utensilios y pequeños electrodomésticos, los azulejos actúan como telón de fondo unificador. Su tonalidad rosa contrasta de forma muy elegante con el resto de elementos, aportando cohesión al conjunto.
Uno de los aspectos más destacados de Berlin Flamingo Matt es su versatilidad. A pesar de su color, lejos de limitar la decoración, abre nuevas posibilidades estilísticas. En esta cocina, el rosa dialoga de forma excepcional con el gris antracita de los muebles, generando un binomio sofisticado y actual. Pero también interactúa con los detalles en negro, creando contraste y aportando un aire moderno y ligeramente industrial. El resultado es un ambiente equilibrado, cálido y dinámico, donde el rosa deja de ser un tono secundario para convertirse en un elemento diferenciador.
En su conjunto, estos azulejos rosas funcionan no solo como un elemento decorativo, sino como un componente esencial del diseño interior. Definen la paleta cromática, suavizan las líneas rectas del mobiliario y aportan ese matiz emocional que convierte una cocina funcional en un espacio con alma, ya que su delicadeza cromática inspira calma y bienestar.
Una cocina que demuestra que el color es un recurso poderoso en el diseño de interiores. Un tono bien elegido puede transformar por completo la atmósfera, generar sensaciones y crear un espacio único. En definitiva, esta cocina encuentra el equilibrio perfecto entre funcionalidad, estética y calidez.