Cocina moderna con alma mediterránea

Este proyecto de cocina, realizado por 223estudio, está ubicado en Mar de Plata, Argentina y destaca principalmente por su organización lineal y su estética alegre, pero clásica. Los azulejos del salpicadero le dan un toque vibrante y encajan con el resto de elementos para crear un espacio funcional y que invita a su uso.

En palabras de la interiorista, el azulejo Tabarca Turquesa, “dio color y vida, contrastando perfectamente con los tonos elegidos para el mobiliario y para el suelo”, siempre cumpliendo con la premisa de los clientes de crear un resultado de estética clásica, pero con un toque más contemporáneo y alegre. La idea era hacer que la cocina, que es el corazón de la vivienda, fuera más funcional, tanto para cocinar como para pasar más tiempo en la misma.

Para conseguirlo, se optó por una planificación inteligente del espacio, una disposición lineal con la que se consigue optimizar al máximo el espacio disponible. En un solo frente se ubican todos los elementos esenciales: cocina, fregadero, lavavajillas, lavadora, microondas empotrado, y una caldera mural vertical. A lo largo del lado opuesto, se encuentra una mesa de madera con sillas altas, perfecta para comidas informales o para usar como espacio adicional de trabajo.

Ahora bien, el verdadero protagonista de esta cocina es, sin duda, nuestro revestimiento cerámico Tabarca Turquesa, que reviste el salpicadero. Con su formato 7,5x23cm y en colocación trabada horizontal, se consigue añadir dinamismo visual a la pared sin saturarla. Su tonalidad turquesa es intensa y saturada, evocando las aguas cristalinas del Mediterráneo, y otorga al espacio una personalidad única, que se mueve entre lo nostálgico y lo moderno. La variación cromática entre piezas, una característica típica de los azulejos de tipo artesanal, genera un precioso efecto acuarelado. Además, el Tabarca Turquesa actúa como un conector visual entre los elementos más fríos (como los electrodomésticos de acero inoxidable y el mobiliario gris cemento) y los elementos cálidos, como la encimera de madera natural de la mesa comedor y los detalles decorativos en mimbre de las lámparas colgantes.

A pesar de su tamaño reducido, esta cocina logra transmitir amplitud, orden y carácter. La mezcla de texturas, desde el cemento de los muebles hasta el esmaltado de los azulejos, genera una riqueza visual que nunca resulta excesiva. El verde turquesa del backsplash sirve de hilo conductor del diseño, aportando una nota de color vibrante que no solo decora, sino que también inspira.

En definitiva, esta cocina es un ejemplo perfecto de cómo un solo elemento, bien elegido e inteligentemente aplicado, puede transformar un espacio entero. El azulejo no solo aporta color, sino también identidad, haciendo de esta cocina un ambiente acogedor, elegante y con espíritu mediterráneo. Un espacio contemporáneo donde el diseño no está reñido con la calidez del hogar.