Todos los azulejos previstos como pavimentos pueden ser colocados como revestimiento de pared. No obstante, no se puede hacer al contrario, los azulejos cuyas especificaciones no indiquen que se pueda colocar en suelos, no podrán colocarse.
La diferencia entre el azulejo cerámico y el azulejo porcelánico radica fundamentalmente en la tecnología con la que se han producido ambos productos. El azulejo porcelánico pasa por un proceso de fabricación más exigente que la cerámica, utiliza unas arcillas más finas, que hace que sean más densos y como resultado más duradero. Además tiene una absorción de agua muy baja por lo que lo convierte en la opción perfecta para colocarse como pavimento de suelo, siendo una buena solución para hogares e incluso lugares de alto tráfico.
Por su parte, el azulejo cerámico convencional es más poroso y ofrece menos resistencia, por lo que se recomienda que su utilización se limite a revestimientos de pared.
Un revestimiento rectificado (REC) es un azulejo al que se le ha sometido a un proceso adicional en el que se recorta el canto en ángulo de 90º, es decir en canto recto con el fin de que se pueda encajar uno con el otro sin ningún problema. De esta manera el nuevo revestimiento carece de límites reconocibles, haciendo que en su instalación se cree una superficie única y uniforme, ausente de juntas visibles. Un proceso fundamental para el resultado final del proyecto.
Inicialmente, para calcular la cantidad de piezas, es fundamental calcular el área de la superficie en metros cuadrados. No obstante hay que tener en cuenta los posibles cortes que se harán para ceñirse a esquinas y otras peculiaridades de la habitación. Generalmente, se recomendaría agregar entre un 5% y un 7% de material en un entorno simple (cuadrado o rectangular), y hasta un 15% más en casos de superficies distintivas u orgánicas (con varias esquinas que generan muchos residuos de corte).
No. Se recomienda que todo aquel azulejo que se instale como revestimiento exterior tenga una baja absorción de agua, que tenga buena resistencia al rayado, resistente a las heladas, en definitiva a toda agresión climáticas.