Residencial
La propietaria de esta vivienda, ubicada en Polonia, diseñó la cocina con un claro estio rútico, buscando aportar calidez a las frías temperaturas de su geografía.
Piezas utilizadas en el proyecto
Imágenes del proyecto
Polonia es un país que destaca por sus matices y sus gélidas temperaturas. Sus paisajes naturales son estampas perfectas. Así pues, el clima continental húmedo provoca inviernos fríos y veranos templados, con escasos días de calor al año. Por ello, la propietaria de esta vivienda se inspiró en los matices del estilo rústico más contemporáneo para diseñar una cocina abierta al salón comedor en la que la madera y el color blanco fueran los principales protagonistas.
De este modo, el mobiliario blanco de la cocina encajó perfectamente con el suelo de madera y los elementos decorativos inspirados en el entorno natural. Igualmente, el resto del salón comedor mantenía la esencia rústica del resto de decoración, logrando así un diseño que invita al descanso y la desconexión.
Cabe mencionar que la pared frontal de la cocina está toda recubierta con el azulejo Atelier White, una baldosa de pequeño formato que es un básico en decoración y permite que la estancia nunca pase de moda. Estos azulejos de pequeño formato en color blanco imita las piezas hechas a mano, gracias a su borde irregular y a su ligero relieve. Como resultado, al utilizarlos en la decoración de una estancia, aportamos un toque acogedor.
Con la elección de este azulejo, la vivienda adquiere un marcado estilo rústico con un claro guiño a la decoración nórdica, en la que el color blanco y la madera son los puntos claves.
