Decoración en blanco: pureza y orden elevados a la máxima potencia
El blanco es el color por antonomasía. Este color es universal y su neutralidad suma sensaciones. En decoración, el color blanco consigue crear un estilo en el que la calma y la pureza son las notas predominantes. Este tono es uno de los más utilizados en cualquier estancia de la casa, ya que su elección es un acierto seguro, no pasa de moda y encaja en la gran mayoría de estilos decorativos. ¿Quieres conocer las claves de la decoración en color blanco? Sigue leyendo y no pierdas detalle de este análisis en el que tendencias, diseño, arte, cultura, arquitectura y psicología se ponen al servicio del interiorismo.
El significado del color blanco
El blanco es uno de los tonos más utilizados. Elegir este color viene marcado por lo que representa y lo que proyecta. Conceptos como paz, limpieza, pureza o pulcritud son, según los expertos, los primeros que vienen a la mente al pronunciar el color blanco. De igual modo, esta tonalidad transmite armonía, estabilidad y equilibrio.
Los matices del color blanco en el diseño
No hay que olvidar que dentro del color blanco, a pesar de ser el color neutro por excelencia, existen una serie de matices que dan lugar a la gama cromática del tono. Desde Pantone Color Institute, institución reconocida mundialmente como la principal fuente de información sobre el color, abordan desafíos para dar respuesta a las necesidades de los usuarios más exigentes. Y el blanco no podía ser menos porque consideran que el color es un elemento crucial del proceso de diseño.
En este sentido, al mezclar el blanco con tonos claros, obtenemos lo que se conoce como blanco roto, un color que no llega a ser puro al 100%. Este color transmite elegancia, gracias a su matiz ligeramente cálido.
Del mismo modo, al mezclarlo con matices cálidos, obtendríamos una tonalidad blanco hueso, mientras que si se combina con tonos fríos, el resultado es un blanco grisáceo. Estas combinaciones nos permiten crear una amplia paleta de tonos blancos que huyan de la pureza absoluta.
El color blanco en la decoración de interiores
Sin lugar a dudas, en la decoración, el color blanco es sinónimo de luminosidad y elegancia. Por un lado, esta tonalidad impulsa la luz en los espacios, independientemente del tamaño que tenga la estancia. Además duplica el efecto que la luz natural imprime en las estancias.
Por otro lado y como apuntábamos anteriormente, el color blanco en decoración aporta elegancia. Gracias a la limpieza y pulcritud que transmite, el color blanco irradia un aura que pocos colores consiguen. Su estilo neutral permite otorgar protagonismo a todos los elementos que entran en juego en la decoración: pintura, mobiliario, iluminación, pavimentos, revestimientos, elementos decorativos…
El color blanco y su importancia en el estilo nórdico
Desde luego, si hay un estilo decorativo en el que predomina el blanco, ese es el nórdico. Inspirado en los paisajes de Dinamarca, Finlandia y Noruega, este tipo de interiorismo conjunga a la perfección la madera y el color blanco con el uso de elementos prácticos y funcionales a la hora de amueblar una vivienda.
La luz y los colores neutros son los grandes aliados para crear estancias que proyecten un ambiente relejado. Así pues, el color blanco en el estilo nórdico tiene un rol protagonista. Desde suelos, paredes o mobiliario, pasando por textiles o elementos decorativos, todo se rinde al blanco.
El color blanco y su importancia en el minimalismo
El color blanco en la decoración multiplica la simplicidad por eso es fundamental en la decoración minimalista. Este tipo de interiorismo destaca por sus líneas limpias y una paleta monocromática en la que predomina el blanco y se utiliza el color para dar algún toque de personalidad.
El estilo minimalista da importancia a las estancias abiertas, con mucha luz. El mobiliario que se utiliza es funcional para que se puedan utilizar en distintos momentos. Además, el minimalismo impulsa la naturalidad tanto en las formas como en los colores.
El color blanco y su importancia en el feng shui
Si hay en algún tipo de decoración que el blanco influya, ese es el feng shui. En este interiorismo, derivado del antiguo sistema filosófico llegado desde China, se establece la teoría sobre la ocupación del espacio y el reparto de energías. Con ello, se busca alcanzar la plena armonía del espacio y ofrecer un espacio repleto de energía.
Este tipo de estilo apuesta por la luz natural, el orden y la limpieza y, por ello, el color blanco es uno de los grandes aliados de la decoración estilo feng shui.
¿Cómo usar la decoración en blanco?
A la hora de decorar, el color blanco es el más versátil que existe. Suma y aporta lo combines con la tonalidad que lo combines, al tiempo que tiene autoridad sise usa de forma única y exclusiva. Gracias a sus propiedades, combina con el resto de gamas de color.
Las claves para utilizar el color blanco en decoración las encontramos en la luminosidad, el equilibrio y la armonía. La tonalidad blanca suma amplitud y potencia los espacios, creando sensación de apertura.
Gracias a su neutralidad, el color blanco encaja en cualquier estancia de la casa. Baños con azulejos blancos, cocinas con mobiliario y azulejos en blanco, dormitorios con decoración en blanco, salones estilo moderno con paredes en blanco… ¡Todo lo que imagines es posible!
Consejos para una decoración en blanco
Si eres de los amantes del blanco, te contamos estos consejos para que consigas crear una decoración en blanco que no deje indiferente a nadie:
- Utiliza la iluminación de forma estratégica y no abuses de ella, ya que el color blanco la potencia.
- Combina el color blanco con madera parta crear ambientes cálidos.
- Para romper con la frialdad que puede proyectar el blanco, escoge un toque de color en paredes o elementos decorativos.
- Escoge fibras naturales para los tejidos y la ropa de casa, ya que combinan a la perfección y potencian el color blanco.
Azulejos en color blanco para decorar tu casa
Llegados a este punto, ha quedado claro que el color blanco es perfecto para la decoración de interiores. Azulejos blancos en cocina, baños, salones o dormitorios te aseguran que el interiorismo de una estancia va a ser atemporal y no va a pasar de moda.
Desde Dune, como expertos en cerámica, apostamos claramente por el azulejos blancos de pequeño formato (Tabarca, Altea o Flat), los cuales se pueden combinar a la perfección con baldosas efecto mármol (Light Calacatta, Selene Light o Calacatta Superwhite) o suelos vínilicos de madera. La clave es realzar una estancia y encontrar el equilibrio.
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Ideas para decorar una cocina con azulejos blancos
A continuación, te ofrecemos un listado de ideas para utilizar los azulejos blancos en la decoración de tu cocina:
- En la pared frontal de la cocina, en la zona en la que se ubica la encimera y siempre buscando el contraste.
- En el suelo, debajo del fregadero, a modo de alfombra y combinado con azulejos hidráulicos.
- En la zona de almacenaje para crear espacios diferenciados.
Ideas para decorar un baño con azulejos blancos
Es ahora el turno de los baños. Los azulejos blancos pueden dar juego o pueden convertir un espacio en neutro. Todo depende de cómo se utilicen. Aquí te dejamos unas ideas:
- En la pared de la ducha, para diferenciar esa zona del resto.
- En la ducha en sí, con el fin de generar un efecto de continuidad en toda la estancia.
- En el espacio del lavabo, consiguiendo que la zona del tocador obtenga protagonismo.
El color blanco en la arquitectura
Por su parte, la arquitectura también es un gran exponente del uso perfecto del color blanco. Desde las construcciones a pie de playa en el Mediterráneo hasta los edificios más vanguardistas, el blanco se alza como un color de acierto asegurado. Las claves son que no pasa de moda y que se logra mimetizar perfectamente con el paisaje.
El color blanco en la arquitectura es un recurso muy utilizado para realzar las formas y crear volúmenes, tanto en estructuras de edificios como en distribución de estancias. En palabras de Richard Meier, arquitecto estadounidense galardonado, entre otros, con el Premio Pritzker y la Medalla de oro de American Institute of Architects, el color blanco equivale a mantener el concepto arquitectónico puro y perceptible. En este sentido, el color blanco simboliza la ausencia de ornamentación, la neutralidad más absoluta.
Meier es un claro ejemplo del uso del color blanco y el orden en la arquitectura. Su uso racional de la geometría genera claridad en las construcciones, gracias al exquisito uso de la iluminación. Este arquitecto utiliza el color blanco como máximo exponente e hilo conductor de toda su obra. Edificios como el Macba de Barcelona o la Plaça del Àngels de la ciudad condal son claro ejemplos de su trabajo.
Por otra parte, el artista César Manrique también es un claro exponente del blanco en la arquitectura. Su estilo define una perfecta simbiosis entre la naturaleza, la arquitectura y el arte. El arquitecto lanzaroteño apostaba por crear viviendas en las que el individuo se sintiera libre.
Su máxima siempre fue la de impulsar el alto valor paisajístico y artístico del entorno natural y, sin lugar a dudas, su diseño estuvo marcado por el color blanco. Así pues y tras su fallecimiento, desde la Fundación César Manrique ,cuya sede es su antigua vivienda, se difunden los valores medioambientales, artísticos y culturales del arquitecto.
El color blanco en la moda
Desde las civilizaciones más antiguas, el color blanco ha simbolizado un estatus elevado. La ropa blanca es difícil de mantener limpia y, por ello, solo las clases altas se podían permitirse el lujo de lucir este tipo de ropa en condiciones. Asimismo, en la época victoriana, el vestuario en blanco simbolizaba un alto poder adquisitivo y se combinaba con adornos y florituras de la más variada gama.
Sin embargo, si hay alguna cultura que destaca por la utilización del blanco es la japonesa. En esta tierra el color blanco representa una dualidad. Por un lado, el color blanco simboliza la pureza del alma y, por otro lado y al contrario que en Occidente, el blanco representa el luto por la muerte de un ser querido.
También es fundamental el color blanco en la moda nupcial. Y es que, tradicionalmente, las novias siempre se han vestido de blanco, simbolizando la pureza. Además, no solo eso, sino que en las ceremonias nupciales existe la regla no escrita de que solamente la novia es quien puede vestir de blanco.
El color blanco en las pasarelas
En las pasarelas internacionales de París, Milán o New York nunca falta el color blanco. Esta tonalidad no pasa de moda y siempre es tendencia. Por ello, los diseñadores más relevantes lo utilizan en sus desfiles, no solo como elemento de diseño sino también como hilo conductor.
Cabe recordar, la dualidad cromática representada por Dior. La firma desplegó un gigantesco tablero de ajedrez y sobre sus casillas bicolores, las modelos desfilaron con prendas en las que el blanco y el negro se mimetizaban a la perfección. Pero no ha sido la única marca que ha apostado por estos matices. Prada, Givenchy o Pierre Cardin también hicieron lo propio.
La psicología del color blanco
Sumado a los conceptos anteriores y siempre con la intención de ofrecer una visión global para impulsar la decoración en blanco, en el campo de la psicología han sido muchos los teóricos que han estudiado el efecto de los colores y las principales conclusiones a las que han llegado es que la tonalidad blanca inspira inocencia e invita a la reflexión.
Además, el color blanco conecta con los sentimientos de crecimiento e imparcialidad al tiempo que proyecta aperturismo. Cabe mencionar, que los expertos señalan que el color blanco es propicio para impulsar la creatividad y favorecer a la creación artística.
El blanco es el rey del color y resulta un tanto curioso que este tono tan universal se caracteriza por una “ausencia” de color, al tiempo que es la combinación de todo el espectro cromático.
Este color destaca por los aspectos positivos que representa:
- Paz
- Pureza
- Pulcritud
- Orden
- Inocencia
- Calma
No obstante, su utilización en exceso puede crear connotaciones negativas, tal y como apuntan los expertos. Conceptos como la desolación, la soledad o la falta de energía pueden emergir si el color blanco se utiliza de forma descontrolada.
En resumen, el blanco siempre es un elección acertada. Neutralidad en estado puro, al tiempo que crea espacios diferenciados. Además este color, universal por excelencia, nunca pasa de moda. ¿Es tu elección?